Al igual que el té de hinojo, el jengibre es una poderosa hierba antiinflamatoria con muchas propiedades de la que la podemos sacar muy buen partido.
Entre los tés que suelo tomar, el de jengibre es uno de los que más me gustan, no tanto por su sabor sino por sus beneficios. Os aconsejo que lo probéis y lo toméis de vez en cuando.
Beneficios
El jengibre, es el gran aliado del estómago. Por un lado, la función del jengibre en el intestino es beneficiosa porque contiene compuestos que relajan los músculos de este, combatiendo la retención de líquidos y reduciendo así la inflamación.
Por otro lado, en el estómago, favorece el proceso digestivo al promover la producción de jugos gástricos. Sin olvidar, que ayuda a combatir el exceso de peso por sus propiedades termogénicas.
- Antioxidante
- Antiinflamatorio
- Calorífico (Ayuda a la sudoración, puede ser muy útil para resfriados)
- Beneficia la actividad muscular
Preparación
- Usa jengibre fresco. Corta varias rodajas (3 o 4 por ejemplo). Sin excederte ya que gran cantidad de jengibre puede resultar molesto.
- Coloca las rodajas en el cazo hirviendo.
- Cúbrelo y déjalo reposar 10 minutos.
- A gusto puedes endulzarlo con un poco de miel, (siempre suelo utilizar miel antes que azúcar) y tomarlo al momento.
No olvidéis de tomarlo de vez en cuando. Yo ya lo hago y puedo decir que he obtenido buenos resultados. Como ya sabéis quiero que me contéis vuestras sensaciones y experiencias, os espero para leerlas a todas en mi cuenta de Instagram: @susanayabar
¡Vamos allá!